AROMATERAPIA

Conocer la Aromaterapia y las aplicaciones de los aceites esenciales, te será muy útil en muchas situaciones o imprevistos que se presentan en la vida cotidiana. Un aceite esencial es la más concentrada sustancia del mundo vegetal. La aromaterapia es una terapia milenaria que nos ayuda a recuperar la salud, restablecer la armonía y mejorar nuestro bienestar.

Desde hace siglos, la aromaterapia ha sido utilizada con fines terapéuticos. Egipcios, chinos, griegos, romanos o árabes, utilizaron los aceites esenciales en forma de baños, medicinas o perfumes, para influir en la salud o en el estado de ánimo. Por ejemplo, los soldados romanos, tomaban baños o se impregnaban de aceites esenciales antes de la batallas, pues creían que les daban fortaleza.

La verdadera aromaterapia requiere del uso de aceites esenciales de calidad. Para que su eficacia sea real y cumplan su función terapéutica, es necesario adquirir aceites que estén certificados, lo que garantiza que han seguido rigurosos controles de calidad que aseguran su pureza, procedencia, y destilación adecuada y completa. Comprueba siempre, por ejemplo, que en la etiqueta figure el nombre en latín de la planta de la que proceden.

Es mucho lo que la aromaterapia puede hacer por nosotros. Al final del artículo podrás ver algunos ejemplos y "recetas" para utilizar los aceites esenciales en tu vida diaria. Pero la aromaterapia persigue el equilibrio integral del ser humano, como puedes ver en estos grupos sintomatológicos:

Enfermedades psicosomáticas o desequilibrios emocionales: Depresión, ansiedad, estrés, insomnio, taquicardias, inseguridad emocional,…

Desequilibrios del sistema inmunológico: gripe, resfriados, trastornos respiratorios, infecciones de la piel, etc.

Problemas de la piel: psoriasis, acné, cicatrización lenta de heridas…

La aromaterapia puede aplicarse de distintas maneras, aunque se hace principalmente a través de tres vías: directamente sobre la piel por medio del masaje (el método más extendido), a través del olfato (creando una atmósfera aromática que actúa sobre el sistema nervioso), y por la boca (por medio de gotas, siempre recetadas por un profesional).

PRECAUCIONES EN EL USO DE LOS ACEITES:

      - Los aceites esenciales no deben de utilizarse directamente sobre la piel (salvo la  prescripción de un médico o terapeuta cualificado), ya que debido a su alta concentración  y pureza pueden producir quemaduras o serias irritaciones. Siempre tienen que estar diluidos, en aceites o agua, según su aplicación.

Por ejemplo, en el caso de los masajes, tienen que diluirse en un aceite vegetal. Estos aceites suelen ser ricos en vitamina A (regenerante celular de la piel) y vitamina E (antioxidante y antienvejecimiento). Así, además de impedir la oxidación de los aceites esenciales, nutren y protegen la piel. El más utilizado es el de almendras dulces, aunque también el de sésamo,  pepitas de uva,…

  - Por ejemplo, en el caso de los masajes, tienen que diluirse en un aceite vegetal. Estos aceites suelen ser ricos en vitamina A (regenerante celular de la piel) y vitamina E (antioxidante y antienvejecimiento). Así, además de impedir la oxidación de los aceites esenciales, nutren y protegen la piel. El más utilizado es el de almendras dulces, aunque también el de sésamo, pepitas de uva,…

      - En el caso de los masajes en una amplia zona del cuerpo, aún disueltos los aceites esenciales en aceite vegetal, es conveniente extender una pequeña cantidad de la mezcla sobre una pequeña porción de piel, como pueden ser las muñecas, y esperar unas doce horas. Así estaremos seguros de que nuestra piel no sufrirá irritaciones.


     - Para impregnar el hogar o un ambiente con sus aromas, se utilizan los difusores. Se coloca debajo del recipiente una vela, que calienta el agua en donde habremos echado unas gotas del aceite. También se pueden utilizar pulverizadores, con la mezcla de agua y aceites esenciales.


     En otro artículo hablaremos con más detenimiento de los principales aceites esenciales y consejos de utilización.