¿Crees que eres sólido? ¿Piensas que todo lo que ves es realmente como tú lo ves?
¿Por qué aceptamos algo como real? Pues porque los sentidos (vista, oído, tacto, gusto y olfato) nos dan información acerca de una realidad que creemos indiscutible.
Pero las cosas no son lo que parecen. Ya en su día la ciencia desmontó teorías que en se consideraban verdades incuestionables, como que la Tierra era plana o que era el sol el que giraba alrededor de nuestro planeta.
La ciencia ha seguido su avance y demostrando que nuestros sentidos siguen estando equivocados. Ahora le toca el turno a la materia.
La física cuántica dice que NO SOMOS SÓLIDOS; ni nosotros ni nada de lo que vemos o percibimos en el Universo.
Estos descubrimientos comenzaron casi al principio del siglo pasado, entre 1910 y 1920; una nueva generación de científicos fueron los primeros en desarrollar una de las ramas principales de la física, y uno de los más grandes avances para el conocimiento que explica el comportamiento de la energía y de la materia: la Física Cuántica.
Con la ayuda de nuevos y potentes microscopios se pudo profundizar en el estudio de la célula. Así, se observó que las células están formadas por átomos, y los átomos a su vez por partículas subatómicas.
Su sorpresa tuvo que ser enorme al descubrir que cada átomo es en un 99,99% es espacio vacío. Sí, casi huecos.
¿Qué significa esto? Pues que si toda la materia está formada por átomos y están casi totalmente vacíos… todo lo que vemos, el Universo y nosotros mismos ¡ESTÁ PRÁCTICAMENTE VACÍO! ¡NO SOMOS COMPACTOS!
Al parecer, lo que ocurre cuando tocamos algo, a alguien, o a nosotros mismos y nos da esa impresión de solidez, es que los electrones de una parte que toca respecto a la otra, desarrollan una especie de carga energética y apartan a los otros electrones antes de que se llegue el contacto. Es decir, es como una especie de corriente eléctrica la que produce la sensación de contacto.
Entonces, ¿qué es lo que somos? ¿De qué estamos realmente compuestos?
Pues ese 99,99% de lo que se supondría espacio vacío es ENERGÍA PURA. No se trata de “ausencia de materia” sin más. Esa “ausencia de materia” es energía inteligente. Es más, es energía vibratoria en la que las partículas subatómicas aparecen y desaparecen (no se sabe de donde vienen y a donde van) en una trayectoria de momento imposible de predecir. Así que el hecho de que somos Energía está más que demostrado.
No te preocupes si tu cabeza no es capaz de procesar toda esta nueva información. A los científicos les ocurre lo mismo. Y es que a cada paso que dan intentando desvelar los misterios de la vida, descubren que se abre un nuevo mundo de posibilidades.
Lo que a nosotros nos interesa son las conclusiones a las que nos llevan estos nuevos conceptos.
La primera es comprender que el mundo no es como creemos percibir, que lo que vemos es un “engaño o percepción distorsionante de nuestros sentidos”.
¡Qué somos UNO! Sí, el Universo y todo lo que vemos está compuesto de Energía que se interrelaciona continuamente y en todas las dimensiones. Si no existe la solidez de la materia, ¡NO HAY LÍMITES QUE NOS SEPAREN DEL RESTO DE LA CREACIÓN!
También que todo es INTELIGENCIA, y que esa Inteligencia que rige el Universo es exactamente la que tenemos en nuestro interior. Somos Poderosos, ni siquiera nos imaginamos cuánto.
Es bueno dejar de ver el mundo como un conjunto de entidades sólidas e independientes, ya que lo sólido apenas se puede transformar; pero la Energía sí.
Nuestras células tienen inteligencia propia. Nuestras células escuchan cada uno de nuestros pensamientos y tienen memoria. Incluso memoria prenatal. Esto no lo digo yo, lo dice la ciencia.
Entonces… ¿Qué son los pensamientos? ¿Influyen o no en nuestro cuerpo y en el resto de las cosas? ¿Qué ocurre si los cambiamos?
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