EJERCICIOS
DE ACENTUACIÓN GRATIS Y CON SOLUCIONES PARA OPOSICIONES (GUARDIA
CIVIL, POLICÍA
NACIONAL,
POLICÍA LOCAL, BOMBEROS...)
para imprimir o realizar online.
Nuestros
TEST DE ORTOGRAFÍA son parte fundamental de nuestras secciones de
TEST
PSICOTÉCNICOS PARA OPOSICIONES y TEST
DE LENGUA ESPAÑOLA.
EJERCICIOS
DE ACENTUACIÓN PARA OPOSICIONES 3
Corrige
este texto, acentuando las palabras que así lo requieran. Algunas no
llevan tilde cuando deberían llevarla, y otras están acentuadas
cuando no deberían estarlo. Puedes simplemente anotar las palabras
que consideres incorrectas y comprobar en la solución al ejercicio
de acentuación si has cometido algún error:
TEXTO:
-
Uno, dos, tres, cuatro; ¿no falta alguien, querido Rubén?, ¿donde
está Ernesto? Ayer me prometísteis que vendriais los cinco.
-
No ha podido venir, Juana, y no porqué no lo estuviera deseando. Hoy
trabaja hasta tarde, pero vendrá cuando acabe, a ver si aun estamos.
-
Pero, ¿habeis hablado con el? ¿Sabeis lo que pensaba contarnos?
Anoche acabé hablando yo, pero hoy es vuestro turno, y lo prometido
es deuda.
-
No te preocupes. Todos hemos estado pensando todo el dia. Y nuestro
compromiso sigue en pié, ya lo ves. Aquí estamos, y empezamos
cuando quieras. Pero antes, ¿que quieres tomar?
(…)
Al
fondo, detrás del amplio parque, estaba el oceano autentico. Hube de
avanzar hacia el un buen rato, antes de llegar a un privilegiádo
mirador, para poder disfrutar de la vista del mitico malecón.
Allí
estaba, mucho mas grande, mucho mas deslavazado de lo que había
imaginado, disfrazado por unas interminables tribunas erigídas, con
toda probabilidad, para presenciar algun desfile.
(…)
Me
lo presentó. Era Jaime, un amigo suyo que hacía de chófer para
turistas. Llevaba a una familia americána a cenar a un restaurante
próximo y tenía que ir a cogérlos un par de horas despues.
Quedaron en encontrarse alli mismo dentro de un cuarto de hora.
EJERCICIOS
DE ACENTUACIÓN PARA OPOSICIONES 3
SOLUCIONES:
TEXTO CORREGIDO
-
Uno, dos, tres, cuatro; ¿no falta alguien, querido Rubén?,
¿dónde está
Ernesto? Ayer me prometisteis que vendríais los
cinco.
-
No ha podido venir, Juana, y no porque no
lo estuviera deseando. Hoy trabaja hasta tarde, pero vendrá cuando
acabe, a ver si aún estamos.
-
Pero, ¿habéis hablado
con él?
¿Sabéis lo
que pensaba contarnos? Anoche acabé hablando yo, pero hoy es vuestro
turno, y lo prometido es deuda.
-
No te preocupes. Todos hemos estado pensando todo el día.
Y nuestro compromiso sigue en pie,
ya lo ves. Aquí estamos, y empezamos cuando quieras. Pero antes,
¿qué quieres
tomar?
(…)
Al
fondo, detrás del amplio parque, estaba el océano auténtico.
Hube de avanzar hacia él un
buen rato, antes de llegar a un privilegiado mirador,
para poder disfrutar de la vista del mítico malecón.
Allí
estaba, mucho más grande,
mucho más deslavazado
de lo que había imaginado, disfrazado por unas interminables
tribunas erigidas,
con toda probabilidad, para presenciar algún desfile.
(…)
Me
lo presentó. Era Jaime, un amigo suyo que hacía de chófer para
turistas. Llevaba a una familia americana a
cenar a un restaurante próximo y tenía que ir a cogerlos un
par de horas después.
Quedaron en encontrarse allí mismo
dentro de un cuarto de hora.