LOS BENEFICIOS DE LA CERVEZA
Desde sus orígenes la cerveza fue utilizada con fines terapéuticos. Las primeras referencias históricas de la cerveza -y de la relación entre cerveza y salud- proceden de los sumerios (hace unos 6000 años), que aprovechaba los beneficios de la cerveza para evitar las infecciones y enfermedades que se producían por beber agua en mal estado.
Pero los verdaderos responsables de extender la cerveza por la cuenca mediterránea fueron los egipcios. Sus mujeres, expertas en belleza natural, utilizaban las propiedades cosméticas y los beneficios de la cerveza para mantener la belleza y frescor de la piel.
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE LA CERVEZA PARA LA SALUD?
En dosis moderadas y en una dieta equilibrada de individuos sanos que no consuman ninguna medicación, están demostrados los siguientes beneficios de la cerveza:
- Un bebedor moderado tiene entre un 25 y un 50% menos de posibilidades de padecer enfermedades del corazón y trastornos circulatorios que un abstemio o que una persona que beba demasiado. Así pues, la cerveza protege contra las enfermedades coronarias, reduce el colesterol malo, y el riesgo de padecer un infarto.
- Otro de los importantes beneficios de la cerveza para la salud, es que protege contra algunos tipos de cáncer (entre ellos el de colon) y enfermedades degenerativas.
- Debido a su riqueza en antioxidantes, ayuda a prevenir el envejecimiento.
- Pueden tomarla los hipertensos, tanto por su bajo contenido en sodio como por el hecho de que no perjudica al corazón.
- La cerveza mejora la circulación, reduce el riesgo de trombosis, y tiene buenos efectos sobre los procesos coagulativos sanguíneos.
- Debido a la prolactina, posee propiedades antiinfalmatorias.
- Según los más recientes estudios sobre los beneficios de la cerveza, es que aumenta la protección del organismo contra las alergias y algunas infecciones.
- Tras el consumo moderado de cerveza, aumentan los linfocitos, células que destruyen los virus del organismo.
- Es diurética, gracias a su alto contenido en potasio y su escasez de sodio. Al mismo tiempo, ayuda a reducir la retención de líquidos. Y gracias a su contenido en fibra, evita el estreñimiento.
- Facilita la digestión, ya que provoca la secreción de jugos gástricos.
- Y las maltodextrinas naturales que presenta, ayudan a prevenir las hiperglucemias y las hipoglucemias.
- Es muy aconsejable para las personas de edad avanzada por los beneficios de la cerveza para este grupo de población: estimula el apetito, facilita la digestión, mejora el riego sanguíneo…
- Provoca un efecto ligeramente sedante y estimulante del apetito, debido a su contenido en lúpulo.
- Y, al parecer, las personas que consumen cerveza de forma moderada y habitual, son más resistentes al estrés, más positivas y menos irritables.
¿ES VERDAD QUE LA CERVEZA ENGORDA?
Siempre se ha dicho que la cerveza es la responsable de la grasa abdominal -“barriga cervecera”-, pero esa creencia no tiene fundamento científico. Es más, parece ser que uno de los beneficios de la cerveza es que ocurre todo lo contrario (¡aunque yo tengo mis dudas! 🙄).
Una caña de 200 ml sólo tiene 90 Kcal, y si se trata de cerveza sin alcohol, unas 35 Kcal (dependiendo del tipo y marca de cerveza). Los científicos creen que la grasa abdominal puede deberse a otros motivos: factores genéticos, falta de ejercicio, mala alimentación… Y, sobre todo ¡a esas “tapitas” que a menudo acompañan a la cerveza!
¿DE DÓNDE PROCEDEN LOS BENEFICIOS DE LA CERVEZA?
Es rica en ácido fólico, siendo una de las principales fuentes de folatos. También contiene niacina, biotina, piridoxina, tiamina, riboflavina y ácido pantoténico. Su papel antioxidante y protector del envejecimiento, deriva a su riqueza en polifenoles. En cuanto a los minerales, destaca su contenido en silicio, que disminuye la pérdida ósea y activa la producción de colágeno.
¿QUÉ CANTIDAD DE CERVEZA SE ACONSEJA TOMAR?
Aunque los científicos no se ponen del todo de acuerdo, la mayoría opinan que el consumo moderado de cerveza para un individuo sería el correspondiente a 250cc. Claro que estos valores dependen del tamaño y peso de la persona, por eso añaden que las mujeres deben de consumir menos cantidad que los hombres.
Dicho esto... ¿tomamos una caña fresquita? 😉
