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CÓMO AYUDAR A ALGUIEN CON DEPRESIÓN 💚🧡💚

Si convives con alguien con depresión, es normal que te preguntes qué debes y qué no debes decir o hacer.

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Tal y como hemos visto en el artículo anterior: 
CÓMO SE SIENTE UNA PERSONA CON DEPRESIÓN , intentar comprender en la medida de lo posible cómo se siente alguien en ese estado, es el primer paso para poder ayudarle. Entender ese sufrimiento increíble -similar a la muerte de un ser querido- y que alguien con Depresión no sabe lo que le ocurre ni puede evitarlo, es algo fundamental.

Todo esto lo veremos con detalle, pero primero tienes que entender que Tú mismo eres otra víctima inocente de la situación, que También sufres..., y que tienes que cuidarte. Te será imposible ayudar a alguien con depresión si tú también enfermas. Uno de los objetivos de este artículo es proteger la salud psíquica de los que tenéis a vuestro lado a alguien con depresión.

Por más que te duela, has que volverte “un poquito egoísta” si quieres ayudar. Hay quien acaba deprimiéndose también cuando vive con alguien con depresión ¡No! ¡Así no!.. Tú no tienes la culpa de la situación, y no está en tu mano curarle ni eliminar su sufrimiento. Pero si tomas “cierta distancia emocional”, y vives tu vida con el mayor grado de bienestar posible… ¡Sí que estarás fuerte para comprenderle y ayudarle!

  • Cosas que nunca se le deben de decir o preguntar a alguien con depresión:

1º- No tienes ningún motivo para estar deprimido

Desde luego, decir esto no ayudará en absoluto a alguien con depresión. Todo lo contrario, lo único que se consigue es que aumente todavía más el sentimiento de culpa del deprimido. Es normal que tú lo veas desde la perspectiva de una persona sana, pero alguien con depresión no puede ser objetivo.

Le ayudará mucho más ver que le comprendes, que eres consciente de su dolor. Frases del tipo: “Sé que lo estás pasando muy mal, y siento mucho lo que te ocurre”, serán palabras agradecidas por él y mucho más convenientes.


2º- No haces nada por animarte… ¡Tienes que poner de tu parte si quieres estar bien!

¡Qué más quisiera él o ella! Pero no puede, le es totalmente imposible. Estos reproches tan ofensivos para alguien con depresión, sólo aumentan su sentimiento de inutilidad. Las personas que ya han superado la depresión, suelen recordar este tipo de frases como las más dolorosas, tanto que no las olvidan en la vida. No hay nada peor para alguien con depresión que escuchar que está así por su propia voluntad y que no hace nada por mejorar.


3º- Lo que tienes es que salir de casa, ir al cine, pasear…

Si, visto desde fuera puede parecer que “no quiere mejorar” o que se mantiene terco compadeciéndose, y que si hiciese un esfuerzo y comenzase a moverse, cada día le sería más fácil. En cambio, la realidad es que alguien con depresión no tiene energía, es como si algo hubiese anestesiado sus músculos y su voluntad.

Quien no tiene Fuerza Real para levantarse de la cama o vestirse, ¿cómo va a ser capaz de ir al cine o pasear? Para alguien con depresión supone un esfuerzo titánico, más difícil que para ti escalar el Everest. Puedes sugerirle hacer alguna cosa juntos, pero si no quieres aumentar su malestar, No presiones ni obligues a una persona deprimida a realizar esos esfuerzos.


4º- Te vendría de maravilla un viaje... 

Lo sé, tu intención es la mejor. Pero aunque viajase a la China o a Las Bahamas, la depresión se colaría en su maleta sin ser invitada; no existe ninguna posibilidad de dejarla en tierra. La persona con depresión se sentirá fatal en cualquier lugar en el que se encuentre. Es mejor ahorrarse tiempo, dinero y sufrimiento. Pero si está de acuerdo... ¡Adelante! Quizás disfrutar de algún Centro Termal o Balneario que trate la depresión y se encuentre en un lugar agradable, pueda ayudarle -y ayudarte- mucho a mejorar su estado.


5º- Si tuviese problemas de verdad” o “Si tuvieses que trabajar doce horas en una mina”… Se acabarían esas tonterías

Este tipo de expresiones, como es lógico. encolerizan a alguien con depresión. Y es que se le está tachando de irresponsable, egoísta, caprichoso, “afortunado” pero desagradecido de la vida… También se sobreentiende que su dolor te parece una tontería o una “invención” de su mente. ¿No te das cuenta de que para él todo es negativo y terrible, hasta el hecho o la palabra más insignificante?

Oír que lo que le ocurre es por su propia voluntad o producto de su “vida fácil”, con todo el terrible dolor que el deprimido sufre sin poder evitarlo… parece una broma de mal gusto. ¡Evita este tipo de comentarios!, por favor.


6º- Otras muchas expresiones desafortunadas y que tenemos que evitar:

Las expresiones anteriores son sólo unos ejemplos entre cientos. Aunque algunas son variantes de las ya mencionadas, he preferido incluir una pequeña lista de otras frases que debemos de evitar al tratar de ayudar a alguien con depresión. Léelas bien y toma buena nota de ellas:

  • Te estás perdiendo la vida estando así.
  • ¿No te das cuenta de que tu actitud es ridícula?
  • ¡Ponte bien! Hazlo por mí, anda.
  • Si de verdad me quisieras no te pondrías así.
  • Tu primo sí tiene problemas, y en cambio no se toma las cosas así.
  • En la época de nuestros abuelos estas cosas no ocurrían. Ahora hay demasiado tiempo para estas tonterías.
  • ¡Sólo quieres llamar la atención!
  • ¡Madura ya!
  • Ni te imaginas el aspecto que tienes estando así ¡Qué horror!
  • Piensa en la cantidad de gente que vive guerras o pasa hambre…
  • ¡Anímate!
  • Parece que disfrutas preocupándonos. Eres un egoísta.
  • Esto lo has heredado de tu madre… siempre está con los mismos cuentos, ¿quieres ser como ella?
  • Estas consiguiendo que yo también me enferme.
  • Ya no sé qué hacer contigo. No aguanto más. Etc.

(Si te viene a la mente alguna otra expresión, no dudes en compartirla con nosotros en la sección de COMENTARIOS, al final de esta página).

Ya vimos al principio del artículo que convivir con un deprimido puede destrozar al que intenta apoyarle. Y es que el deprimido sólo siembra tristeza y desolación sin esperanza, a su alrededor no existe ni puede surgir la alegría. Eso es terrible para un hogar, sin olvidar que, en su penosa situación, alguien con depresión puede atormentar despiadadamente a quien más le quiere.

Para protegernos y cuidarnos, al tiempo que ayudamos realmente al enfermo, vamos a ver los Siguientes Consejos:

  • Cómo tratar y ayudar a alguien con depresión
Ahora veremos lo que SÍ podemos decir y hacer si vivimos con una persona deprimida. Este sí es el camino para ayudarle. Recuerda que su curación está siempre en manos de un médico, y que tu ayuda tiene que orientarse en que reciba y cumpla el tratamiento de fármacos, o que visite al terapeuta si eso es lo aconsejado por el especialista.


1º- Comprenderle

Como ya he dicho, es fundamental. Si de verdad quieres ayudar a alguien con depresión, tienes que averiguar todo lo que puedas acerca de esta terrible enfermedad. Y sobre todo, tienes que intentar averiguar cómo se siente realmente. 



2º- Explicarle que está enfermo

A menudo el paciente se niega a admitir que sufre una depresión. Eso puede deberse a que pensaba -y aún piensa- que eso de la depresión es un cuento o que alguien con depresión está “mal de la cabeza”, entre otros motivos. Repetirá que él se encuentra mal por esto o por aquello, y que los demás no comprenden cuánto le afectan sus problemas.

Tendremos que explicarle serenamente, y a poder ser toda la familia reunida, que está enfermo y que por eso ve las cosas tan negativas y se siente falto de energías. Si insiste, intenta retarle a que el médico decida cuál de los dos estáis equivocados, y que si no tienes razón no volverás a mencionar el tema. Tienes que armarte de paciencia…


3º- Convencerle de que tiene que recibir tratamiento y/o terapia

A menudo la persona deprimida no quiere recibir diagnóstico ni tratamiento. Eso se debe a que uno de los síntomas la depresión es la pérdida de esperanza de curación por parte del paciente. Cree que nada le puede ayudar, además de carecer de la energía mínima para actuar. Te necesita para que le des un “empujoncito”; cuanto antes inicie el tratamiento o la terapia, antes se recuperará.

Es conveniente acompañar al deprimido al médico, y asegurarse de que toma la medicación según las instrucciones del psiquiatra.


4º- Controlar su evolución si se está medicando

Si se encuentra mejor al cabo de unas semanas de tratamiento, es posible que quiera dejar el tratamiento por su cuenta. ¡Ya estoy mejor, ya no la necesito! Aquí tienes que convencerle de que eso es un error por su parte, y que sólo el especialista puede decidirlo. Si se produce una recaída será mucho peor, así que tiene que cumplir el tratamiento y los plazos a rajatabla.

También puede ocurrir que el tratamiento no le haga efecto al cabo de unas semanas, y el paciente decida suspenderlo por que piense que no le sirve para nada. Explícale que los tratamientos tardan en hacer efecto, y que el médico ya le advirtió que tendría que esperar para sentir mejoría.

 Ahora, eso sí, si observas que el tratamiento le está perjudicando, que no le hace ningún efecto al cabo de un tiempo prudencial, o que aparecen nuevos síntomas o se agravan los que ya sufría, ponte de inmediato en contacto con el médico para que decida si el paciente tiene que cambiar el tratamiento.

A veces el enfermo tiene que cambiar varias veces la medicación, y eso desmoraliza muchísimo, tanto a él como a los que conviven con él. Hay que explicarle que eso es algo habitual, y que cuando logren asignarle el tratamiento más adecuado para él, se recuperará en seguida. Todos tenéis que tener paciencia.

Una ayuda importantísima, y con la que también puedes ayudarle mucho, es a través de la Alimentación. Está demostrado que algunos alimentos ayudan ¡mucho! a mejorar los estados depresivos, tal y como puedes ver en Alimentos Para La Depresión (publicaremos esta información en breve).


5º- Estar a su lado y no dejarle solo

Algunas personas se despreocupan del enfermo o lo ingresan en un centro especializado a las primeras de cambio. Como dicen no saber qué hacer, que el enfermo es insoportable y que les está amargando, etc., deciden que lo mejor “es dejarle solo”. A esas personas, el deprimido les estorba, y altera sus planes o ritmo de vida.

Si de verdad se ama a alguien con depresión, hay que hacerle saber en todo momento que no está solo. Incluso –y sobre todo-, si nos vemos obligados a ingresarle a pesar de nuestros esfuerzos o por recomendación médica. Tenemos que aprender a escucharle, dedicarle tiempo, nunca minimizar su dolor o sentimientos, y aprovechar esa intimidad para sugerirle pequeños planes o actividades para compartir.

Recuerda, sugerir sin agobiar.


6º- Tomarse en serio los pensamientos suicidas

Escuchar atentamente a alguien con depresión, te permitirá conocer las ideas que le pasan por la cabeza. Si la persona manifiesta pensamientos suicidas o su deseo de morir, hay que explicarle que es un sentimiento muy común en su enfermedad, pero que pronto dejará de pensar esas cosas. Y aquí es imprescindible comentarle al médico este tipo de pensamientos. Repito, muy importante.


7º- Intentar no enfadarse con él

Su inercia, la actitud tremendista de alguien con depresión, puede llevar a las personas cercanas a desquiciarse… y acabar discutiendo con el deprimido. Antes de caer en ello, recuerda: NO ESTÁ ASÍ POR GUSTO, NO PUEDE HACER NADA POR EVITARLO. ¡ESTÁ ENFERMO! Mientras dure su enfermedad, la realidad es que una persona con depresión será incapaz de razonar normalmente. Insistirle a todas horas con nuestros argumentos –aunque nuestra intención sea la mejor-, le sacará de sus casillas al sentirse agobiado, y se reafirmará en que nadie le entiende y que es un desgraciado.


8º- Ayudarle a tomar decisiones

El enfermo de depresión es incapaz de tomar decisiones, ni siquiera las más pequeñas. Es importante comprender esto, y que decidir es algo agobiante y agotador para alguien con depresión. Lo mejor es posponer la toma las decisiones hasta que el deprimido se recupere. Si no es posible esperar a que mejore y pueda decidir sobre un determinado asunto, la familia tendrá que ayudarle a decidir.


9º- Hacer lo que se puede… Y no sentirse culpable

Ya hemos estado comentando en la primera página lo difícil para los que rodean a alguien con depresión mantenerse “entero” en estas circunstancias, pero es importante comprender que no siempre se puede, y que nadie tiene derecho a reprochárnoslo. Aunque hayamos hecho todo con nuestra mejor voluntad, somos humanos y tenemos un límite.

Puede que con todo el dolor de nuestro corazón, nos veamos obligados a buscar ayuda fuera del ámbito familiar, ayuda de otras personas, profesional o de un centro especializado. Lo que no se puede es sentir culpa cuando no se ha podido más, de nada sirve nuestra ayuda si también estamos deprimidos. Y recuerda, de la depresión se sale, con la ayuda profesional, y la paciencia y el apoyo de los que te quieren.

Seguro que ahora estás más preparado para ayudarle realmente. Buena suerte.

Si te ha gustado el artículo, comparte esta información a tus amigos. La mayoría tienen a alguien a su alrededor con el mismo problema y no saben cómo ayudarles.

Deja tus comentarios, dudas, experiencias... en el espacio de Comentarios, más abajo. Muchas Gracias.💪💚


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