Aquel que sigue el Tao… se convierte en Tao.
Tao o Dao significa El Camino, La Forma de Vida, o también El Método o La Doctrina, aunque realmente no existe una traducción exacta. Su significado depende mucho del contexto en el que se emplee, pudiendo aplicarse como término filosófico, moral o religioso. El Tao es un concepto procedente del Taoísmo, y es una de las bases de la Filosofía China.
El Tao es la Ley Todopoderosa, el flujo de Energía que rige la armonía y el orden universal y que fluye lenta pero constantemente. Necesitamos aceptar que el Universo, y por lo tanto todo en la vida, es cambio. No sólo tenemos que comprender este hecho, según el Dao tenemos que armonizar con ello. Aquel que ha comprendido el Tao trata por igual a todos los Seres. Aquel que sigue el Tao… se convierte en Tao.
Ya en las primeras páginas del Tao Te Ching, texto atribuido a Lao-Tsé, éste nos comenta que existe un Tao permanente –Absoluto, Innombrable, un Origen Primero e Intemporal- y otro que no lo es. Éste último Tao procedería del primero, y se muestra comprensible por nosotros, del que surgiría el Universo y todos los seres que en él estamos contenidos.
El Tao opta por la la búsqueda del equilibrio, por estar en armonía con la naturaleza, y sobre todo, por vivir con moderación en todos los campos y facetas de la vida. Esa moderación es imprescendible para tener una saludable y larga vida, según los antiguos chinos. El Tao afirma que el ser humano es alimentado por Tres Tesoros.
Los Tres Tesoros del Tao son: El Chi o qi es la “energía vital”, el Shen es el espíritu –que proporciona el brillo a la vida y es el responsable de la consciencia-, y el Ching o Jing, que es la Esencia, la más fundamental de las sustancias de nuestro organismo y responsable de nuestro crecimiento, desarrollo y reproducción. El Tao asegura que a medida que nos hacemos mayores vamos perdiendo poco a poco el Ching con el que nacemos.
Lo malo es que el Ching perdido no puede ser recuperado, y según el Tao se agota principalmente a través de una vida equivocada. En cambio, asegura que si la persona vive una existencia basada en la virtud y en la moderación, el Ching se conserva. Según el Tao, una vida de excesos – beber o comer en exceso, trabajar demasiado, una sexualidad inadecuada, estados emocionales extremos, etc.- destruye rápidamente y desperdicia el Ching.
La Acupuntura es una ayuda fundamental a la hora de conservar el Ching, ya que a través de sus técnicas la persona puede recuperar la salud, tener una vida larga y saludable, y vivir más cerca del Tao.
Otros conceptos que forman parte fundamental de la filosofía china y que ayudan a comprender mejor el Tao, son “el ying y el yang” y “el sistema de los cinco elementos”.
