Todos, desde muy jóvenes, soñamos con Encontrar Pareja, un compañero o compañera con quien compartir sentimientos, experiencias, ilusiones y alegrías. Alguien que nos apoye en los momentos difíciles y con quien disfrutar de los buenos. Encontrar pareja y ser feliz es una necesidad para la mayoría de las personas, y muchos creen que la felicidad no es posible de otro modo.
Eso está bien, encontrar pareja y compartir la vida es algo maravilloso… pero no de cualquier modo ni a cualquier precio. Y es que a veces el deseo de no estar solos nos lleva a unirnos a la persona equivocada y condenarnos a la infelicidad. Sabemos que encontrar pareja no significa encontrar el Amor ni la felicidad.
Suele ser esa Soledad, que tanto nos asusta e incomoda, la que nos hace “agarrarnos a un clavo ardiendo” y estar con alguien que no siente por nosotros o por quien no sentimos Amor Verdadero. Sí, hemos conseguido encontrar pareja, pero no hemos sabido esperar ni encontrar el Amor.
Si el Amor no es mutuo o uno de los amantes no lo siente por el otro, eso no es otra cosa que una relación de conveniencia; o como mucho una amistad. Y así nos perdemos la oportunidad de conocer a ese alguien tan especial y soñado por estar viviendo una relación insatisfactoria. La obsesión por encontrar pareja a toda costa nos aleja del verdadero deseo… El Amor.
Esa Soledad de la que huimos es, aunque parezca contradictorio, la que nos librará de una soledad mayor: la soledad en compañía. Y a su vez es la puerta del Amor auténtico. La persona que no soporta su soledad es alguien que no se siente cómodo consigo mismo. Y ahí radica el problema. Si yo no estoy a gusto conmigo mismo, ¿cómo pretendo que otra persona se sienta bien en mi compañía?
La Soledad es un camino de autodescubrimiento, es una oportunidad de oro para encontrar la felicidad interior, esa que algún día compartiremos con el ser amado. Lejos de obsesionarnos con encontrar pareja, necesitamos aprender a valorarnos y amarnos. Repito, si tú no te amas, ¿cómo va a hacerlo alguien?
Necesitamos conocernos, vernos en “el espejo”, pero no para criticarnos y sacarnos defectos, sino para darnos cuenta de todo lo maravilloso que hay en nosotros y que podemos ofrecer. Disfrutar de nuestra propia compañía, halagar nuestras virtudes y encantos, tratarnos como nos gustaría que nos tratara nuestro amado, Regalarnos Momentos De Placer y Felicidad.
Cuando el Amor hacia nosotros mismos sea real y auténtico, esa felicidad y comodidad en nuestra propia compañía, atraerá a alguien que sepa valorarnos y aceptarnos tal y como somos. El Amor atrae al Amor, ese es el verdadero camino.
Además, te querrás tanto, que nunca tolerarás estar con alguien que no te valore o te trate mal. Cuando estéis en silencio, será hermoso, pues te sentirás cómodo y unido a esa persona. Eso es lo más hermoso que dos personas pueden experimentar, y nadie debe de conformarse con menos.
Cuando te sientas bien en tu soledad ya no tendrás prisa por encontrar pareja. Vivirás el momento y te sentirás feliz mientras llega el Amor.
Mi consejo es: Ámate, disfruta del regalo de la vida y de tu compañía, no busques pareja… pero esté abierto al Amor. Así será Mágico y Único, y no una farsa.
Esa es la historia de algunas personas felices que conozco…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes hacer cualquier comentario, opinión o pregunta ¡Gracias por participar!