Tras Una Ruptura Sentimental



Seguro que has experimentado alguna vez el Dolor De Una Ruptura. O quizás estés viviendo (o hayas vivido) una Relación Sentimental insatisfactoria. Bueno, aunque durante un tiempo el mundo parezca haberse terminado para ti, todos sabemos que tarde o temprano el Corazón puede llegar a un nuevo puerto.


Para evitar repetir errores, lo mejor que se puede hacer tras secar bien las lágrimas, es reflexionar. ¿Por qué ha ido mal? ¿A dónde se ha ido todo ese Amor que parecía indestructible? ¿En qué me he equivocado? ¡En nada! Lo primero es desterrar cualquier sentimiento de culpa. Una relación es cosa de dos… ¡No Cargues Con Toda La Responsabilidad!


Desde mi punto de vista, el único problema es la Ignorancia, nuestra ceguera para ver más allá de lo que nos parece casual o mala suerte. Creemos que simplemente nos hemos equivocado, o peor aún, que somos un desastre que nunca encontrará el Amor. Puede ser cierto o no que lo encontremos, pero aunque no lo creamos, tenemos mucho que decir en cuanto a nuestro futuro sentimental se refiere.


Muchos expertos en Relaciones y Crecimiento Personal sostienen que tendemos a “reproducir” en la pareja la relación que tuvimos con alguno de nuestros padres, o la que ellos mantenían entre sí.

Cuando somos niños, tal y como ya hemos visto en otros artículos, nuestra mente es como una esponja que absorbe conceptos y creencias sobre el mundo, la vida, los demás, nosotros mismos, y cómo no… sobre las relaciones. En ese sentido, la relación que nuestros padres mantenían entre sí es la que por aquel entonces aceptamos como “normal”, la única que aprendimos por tocarnos más de cerca.


No pretendo pecar de simple, el Hogar no es la única fuente de nuestras Creencias, pero sí la más importante. Si por ejemplo en nuestra casa nuestros padres discutían con frecuencia, o uno de ellos controlaba al otro, eso es lo que ha quedado grabado en nuestro subconsciente. Se convierte en nuestro modelo mental de lo que es una Pareja.


Cuando crecemos, tendemos a reproducir aquellas primeras relaciones en nuestra vida de pareja. Así, nos gusta mucho una persona y nosotros a ella, como dos imanes que se atraen. Creemos que es Amor. Entonces, poco a poco, el vínculo se va haciendo más fuerte… y a menudo, por desgracia, las discusiones empiezan a ser habituales y problemáticas.




Si dudas de lo que te digo, escribe en una hoja de papel como era tu última relación, o la que mantienes ahora. Anota el modo, por ejemplo, en el que se desarrollaban las discusiones y el papel de cada uno de vosotros en el conflicto. Escribe todo lo que se te ocurra, desde el modo en que os sentíais hasta las frases que utilizabais durante el debate.


Ahora busca en tu pasado, en el hogar de tu infancia, e intenta recordar las discusiones que allí se producían, el trato de respeto o la falta de él, el modo en el que se solucionaban los problemas… ¡TE SORPRENDERÁS!


Si todavía no lo crees, aumenta la información recordando otras relaciones tuyas del pasado, el modo en el que tuvieron lugar y terminaron, y también escríbelas… ¿Encuentras algo en común?


A lo mejor lo que reproduces no es la relación de tus padres entre sí, si no la relación de uno de ellos contigo: ¿Te castigaba en exceso por pequeñeces? ¿Te hacía sentir culpable de los conflictos, o que eras indigno de su amor? ¿Te hicieron creer que eres mala persona y que nadie puede quererte tal y cómo eres? Etc…


Esas creencias quedaron fijadas en tu interior, aunque no lo pienses conscientemente… SON VERDAD PARA TI, las ideas con las que te mueves por la vida. Y lo único que haces, una y otra vez, es “atraer” a las personas y circunstancias que lo confirmen. (Puedes Leer El Artículo No Somos Quienes Creemos Ser)


Creemos vivir cosas nuevas, pero no lo son tanto. La persona con la que has roto es una lección encubierta. No hay que despreciarla, ella también reproduce su propia película, aunque nunca lo sepa.


Si has llegado a comprender esto, ya no volverás a ver el mundo como un lugar de buenas y malas personas, ni pensarás que nunca se sabe con quién te puedes encontrar. Ya no hay Víctimas Ni Verdugos, Odio Ni Rencor. Pero sí esperanza… porque una vez que has comprendido lo que te ha estado ocurriendo, en tu mano está que no vuelva a repetirse.


Hay que volver allí, al origen de todo, al hogar de nuestra infancia. Comprender y cambiar el patrón mental. Eso lleva un tiempo y un proceso… hay que borrar el “disco duro” y cambiar la cadena de Pensamientos. Pero seguro que si lo haces bien, la próxima vez todo será distinto…




Una de las primeras cosas que puedes hacer es cultivar en ti el respeto y la comprensión, o cualquier otra cualidad que hayas echado en falta en la relación. Respétate, Ámate, y trátate con comprensión y cariño. Pero también hazlo con los demás. Ese será el nuevo “imán” de tu vida y el futuro traerá esas cosas a tu vida.


Y deja que el “otro” siga su camino y encuentre a otra persona con la que reproducir su mismo papel… ya no está en tu mano, aunque te duela. A lo mejor algún día también lo comprende y su vida sentimental mejora.


Todos Somos Maestros De Todos. El que aprende de su fracaso, da un paso hacia la Felicidad.

 

     

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