AGUAS TERMALES

¿Qué son, para qué sirven y qué tipos de aguas termales existen? Aquí tienes todo lo que necesitas saber.



Las llamadas aguas termales son aguas ricas en minerales que se encuentran en el interior de la tierra a distintas profundidades. Al surgir al exterior, estas aguas mineromedicinales son utilizadas por su riqueza química y otros factores –actividad mecánica, temperatura…- para prevenir o tratar enfermedades. Las propiedades curativas de las aguas termales pueden ser aprovechadas por vía interna (bebiéndola) y/o por vía externa (baños, piscinas, duchas, chorros, inhalaciones…).



Hoy en día las aguas termales han dejado de utilizarse sólo con fines terapéuticos y en los Balnearios y centros termales se ha ampliado el uso de sus propiedades beneficiosas para el ser humano, adaptándose a la demanda y necesidades de nuestros días: programas antiestrés, de descanso y relajación, de belleza, de ocio y vacaciones…



Aquí puedes ver los Principales Tipos o Clases De AGUAS TERMALES:



AGUAS BICARBONATADAS: Son aguas que contienen bicarbonato, muy recomendables para trastornos del aparato digestivo y acidez. Son frías y alcalinas. Las aguas bicarbonatadas se dividen a su vez en cálcicas, sódicas, mixtas, bicarbonatadas sulfatadas y bicarbonatadas cloruradas. Las más importantes aguas termales bicarbonatadas de España, sin duda las del gallego Balneario de Mondariz.





AGUAS CLORURADAS: Contienen cloro. Dependiendo de su mineralización, estas aguas termales presentan distintos efectos. Por ejemplo, pueden emplearse para estimular las secreciones gástricas o aprovechar sus efectos relajantes por medio de baños. Pero todas las aguas cloruradas tienen en común que proceden del interior de la tierra. En el uso de este tipo de aguas termales destaca el Balneario de La Toja, en Pontevedra.



AGUAS FERRUGINOSAS: Son ricas en hierro, lo que hace que las aguas ferruginosas sean muy adecuadas en estados carenciales de este mineral (anemias) y para compensar dietas de adelgazamiento. Aunque también destaca el uso de estas aguas termales en casos de problemas hepáticos, procesos reumáticos y problemas de la piel.



AGUAS SULFATADAS: Además de azufre, suelen presentar otros elementos. Según su composición las aguas sulfatadas tienen aplicaciones diferentes:



- Aguas sulfatadas cloruradas: estas aguas termales se usan para problemas o disfunciones digestivas.



- Sódicas y magnésicas: con efectos laxantes (combaten el estreñimiento).



- Sulfatadas cálcicas: Problemas intestinales. Especialmente las que además contiene bicarbonato.



Este tipo de aguas termales son muy demandadas y utilizadas. Hay muchos balnearios importantes, pero podemos destacar el Balneario de Cestona (en Zestoa, Guipúzcoa).





AGUAS SULFURADAS: Ricas en azufre y suelen ser ácidas y lodosas. Esta clase de aguas termales es muy adecuado para la piel, problemas del aparato locomotor y trastornos respiratorios. Algunos centros termales que las utilizan son el Balneario de Archena (Murcia), y el de Caldes de Bohí (Lleida).



AGUAS RADIACTIVAS: ¡Qué su nombre no te asuste! Todo lo contrario… las aguas radiactivas son las aguas termales más adecuadas para el estrés, la ansiedad, el insomnio, y también para combatir problemas alérgicos. Un ejemplo destacado en este campo se encuentra en Badajoz, en el Balneario de Alange.








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